2.9.25

Comentarios crítica de arte: La estética y la crítica de arte (I). Eduardo J. Bravo G.

  

Comentarios crítica de arte:

La estética y la crítica de arte (I)

 

Por: Eduardo J. Bravo G.

La elaboración de una crítica de arte implica, en gran medida, sumergirse en el proceso creativo que subyace a la obra y comprender la interrelación entre la forma de la crítica y la obra misma. Esto requiere un entendimiento que abarca desde el contexto histórico de la creación artística hasta las dimensiones sociales, culturales y artísticas que la rodean. Se debe enfocar la investigación en la teoría del arte, un aspecto crucial que, lamentablemente, presenta desafíos en Venezuela.

En nuestro país, la crítica de arte a menudo carece del rigor especializado necesario. Con frecuencia, el análisis recae en sociólogos, periodistas o psicólogos, en lugar de expertos en la disciplina de la crítica de arte. Si bien existen excepciones notables de profesionales que abordan la teoría de la crítica de arte con respeto y una sólida investigación, la situación general deja mucho que desear.

En el contexto posmoderno, a menudo se observa una difuminación de los límites entre la práctica de la crítica y la producción artística. La crítica, esencialmente, es la capacidad humana de emitir juicios sobre escenarios, eventos, situaciones e incluso los universos concretos que los artistas crean. Implica confrontar ideas y, quizás, ofrecer una interpretación imparcial de lo observado.

El crítico de arte debe poseer un sólido bagaje cultural y contextual en el ámbito artístico, que le permita analizar el papel de la obra en la sociedad. Es fundamental recordar que el arte y su mercado impulsan la aceptación de nuevas propuestas artísticas, formas innovadoras, tendencias y estilos, pero también de eventos significativos que moldean el tejido cultural de la época.

En definitiva, la crítica de arte se centra tanto en el análisis previo a la creación de la crítica en sí, como en el impacto estético que la obra puede generar en el espectador: el gusto que despierta y las emociones que provoca.

"¿Cómo debemos entender la crítica en este contexto? ¿Se trata de una crítica con sesgos ideológicos impuestos por el poder político dominante? ¿O es una crítica imparcial? ¿O acaso me dejo llevar por mis preferencias estéticas personales, alejándome del análisis del valor cultural y artístico intrínseco de la obra? La cultura de masas visualiza lo imaginario, lo que me convierte en un crítico múltiple, con un criterio propio sobre las formas. Estas formas, a su vez, adquieren características que permiten una crítica contextualizada dentro de su momento histórico y social. Sin embargo, en ocasiones se genera una crisis de la crítica, como ocurre actualmente en Venezuela. En estos casos, la crítica se convierte en un juicio personal sobre cómo "debería ser" la obra, llegando incluso a expresiones como "yo lo haría así" o "mi percepción no coincide con el resultado". Esta subjetividad exacerbada, genera una crisis en la forma de criticar.

La inmediatez que a veces impregna el arte venezolano plantea un desafío particular a la crítica. La controversia inherente a la crítica de arte se intensifica cuando no se reconoce la validez de perspectivas ajenas, limitando el análisis a un único punto de vista. En estas circunstancias, la obra artística se vuelve receptiva únicamente a críticas que favorezcan un gusto estético predeterminado.

Este silencio cómplice socava la evolución del arte, que debería nutrirse de intereses, debates y críticas constructivas. Incluso los programas de televisión, como medios de producción masiva, han limitado el crecimiento del hecho artístico.

Afortunadamente, algunos críticos han logrado sustraerse a esta tendencia, realizando análisis rigurosos y profesionales. Estos trabajos confrontan el gusto estético y las diversas posiciones dentro del debate crítico con la teoría y la forma artística, logrando así rescatar la esencia del análisis.

Una crítica de arte sólida se distingue por su enfoque en los temas centrales de las prácticas artísticas -teatro, artes plásticas, cine, música, danza, entre otras- en busca del origen, las características y las figuras clave que dan forma al desarrollo de la crítica. Estos aportes son valiosos, y el crítico de arte debe involucrarse en este proceso histórico, incluso en momentos en que las manifestaciones artísticas puedan resultar poco convincentes."

Al profundizar en el tema, surgen aclaraciones que disipan posibles interrogantes. Específicamente, se busca elucidar aspectos relacionados con el crítico de arte: su perspectiva, su forma de contemplar y, finalmente, su crítica de una obra. Con este propósito, se presentan comentarios y reflexiones basadas en citas de Lionello Venturi y Gaëtan Picón, recopiladas en la "Antología. Textos de Estética y Teoría del Arte" de Adolfo Sánchez Vázquez, las cuales amplían los conceptos introducidos anteriormente.

En la formación de un juicio artístico, la preferencia individual es inevitable. Es natural que una "linda muchacha" de Renoir resulte más atractiva para muchos que un rudo campesino de Cézanne. Sin embargo, incluso quienes se inclinan por Renoir pueden reconocer que el campesino de Cézanne merece atención y que su obra posee cualidades ausentes en la pintura de Renoir. Así, se advierte que las cualidades de ambas pinturas son diferentes: una, más atrayente; la otra, menos. No obstante, cada una posee su propia cualidad intrínseca. La cualidad de una obra de arte, por lo tanto, no depende únicamente de su capacidad de atracción, sino que reside en la obra misma, independientemente del gusto personal. Es una cualidad objetiva, inherente a la obra, y esa cualidad es lo que definimos como arte (Lionello Venturi, Cómo se mira un cuadro, p. 195).

Por lo tanto, un crítico que se limite a una única forma estética, construyendo un gusto personal basado en perspectivas estrechas, restringe su propia libertad y, aún más importante, limita su capacidad de comprender y apreciar la estética genuina presente en el acto creativo."      

Este caso pone de manifiesto la inevitabilidad de la preferencia individual al comparar obras de arte. Aunque el juicio estético conlleva una dosis de arbitrariedad, una preferencia informada y consciente, en lugar de constreñir, enriquece nuestra interpretación del concepto artístico.

Lionello Venturi ilustra esta distinción con el ejemplo de una "linda muchacha" de Renoir, que probablemente atraiga a más personas que el cuadro de un "rudo campesino" de Cézanne. Venturi utiliza a Renoir, un famoso pintor impresionista francés, conocido por sus obras resplandecientes e íntimas, especialmente sus desnudos femeninos, para ejemplificar esta idea. En Renoir encontramos armonía en las líneas, brillantez en el color y un encanto íntimo en la variedad de sus temas.  La contemplación de un cuadro de Renoir suele ser un ejercicio de placer, un encuentro con la belleza que atrae al espectador a explorar su profundidad.

Por otro lado, Cézanne, otro pintor francés y reconocido como el padre del arte moderno, presenta una síntesis ideal de representación naturalista, expresión personal y orden pictórico abstracto. Si bien ambos pintores son indudablemente distintos en su presentación, el cuadro de Cézanne, incluso el de un campesino, posee cualidades que no se encuentran en la pintura de Renoir.

El gusto del observador por uno u otro cuadro depende, en gran medida, del estilo que le resulte más atractivo. Como señala Venturi, para muchos, la "linda muchacha" de Renoir es más cautivadora. Sin embargo, al realizar una crítica de ambas obras, es crucial que el crítico, como indica el propio Venturi, se esfuerce por esclarecer las cualidades únicas de cada pintor. La capacidad de apreciar y articular estas cualidades es fundamental para que el crítico se vea reflejado en el análisis de la obra, reconociendo que las virtudes de los diferentes artistas son inherentemente diversas.

Es precisamente la libertad observadora la que permite formular afirmaciones sobre la naturaleza de las obras de arte, catalogándolas como 'esto' o 'aquello'. En este proceso, no existe un gusto ideológico predeterminado ni una única forma 'correcta' de apreciar el arte; simplemente se describe lo que la obra es y lo que presenta al crítico. El gusto estético personal se desvanece, transformándose en un mero ejercicio crítico centrado en el gusto por la preferencia y en lo que se debe decir sobre la obra, enfocándose en la visión y la intención del artista. En consecuencia, la crítica debería orientarse siempre a favorecer al artista y su obra, resaltando su contribución al crecimiento creativo, ya sea individual o colectivo, como ocurre en el teatro, el cine y otras artes colaborativas.

Venturi, nos va a ampliar mucho mejor este concepto cuando afirma que:


Cualidad de una obra de arte, por lo tanto, no depende por completo de la atracción que ejerza en usted, puesto que es una cualidad relacionada con la obra misma y no con su gusto disgusto. Es una cualidad objetiva, una cualidad en sí misma, y esta cualidad se llama arte. (Lionello Venturi Cómo se mira un cuadro. p. 195).

La crítica de arte, destinada tanto al artista como al público, debe fundamentarse en una comprensión profunda de la obra que se analiza. El objetivo es promover un debate informado y respetuoso sobre sus méritos, guiado por criterios objetivos y no por el mero capricho individual.

Veamos que Venturi nos indica:

Entonces usted, como espectador hipotético pensará o dirá “Me gusta la muchacha bonita de Renoir más que el rudo campesino de Cézanne pero reconozco que ambas poseen esa cualidad que lo convierte en obra de arte”. En este momento no cesa de dejarse dominar por una preferencia arbitraria y penetra en el terreno de la crítica de arte. Las declaraciones: “Esta es una obra de arte” o “esta no es una obra de arte” constituyen la primera y última conclusión de la crítica de arte (Lionello Venturi Cómo se mira un cuadro. p. 195).

Venturi lo expone con claridad, anticipando su conclusión como crítico de arte: la distinción entre lo que es y no es una obra de arte. En cierto modo, esto revela una verdad fundamental. Un crítico, al enfrentarse a un cuadro, una película, una obra teatral, una escultura, un edificio o una obra literaria, debe suspender sus propios criterios preconcebidos para analizar la obra con objetividad. Para ejercer la crítica de manera pura, sus preferencias personales deben quedar a un lado. Sólo así podrá apreciar la estética de la obra, libre de prejuicios, limitándose a contemplar lo que tiene ante sí.

A raíz de las ideas de Venturi, quien destaca con claridad la importancia de la formación para un buen crítico, considero necesario abordar la problemática de las críticas infundadas que a menudo encontramos en nuestro país. Venturi señala que, para trascender la mera preferencia individual ante una obra de arte, el requisito fundamental es la cultura. No basta con la simple opinión; se requiere un amplio conocimiento del arte, del artista, de su contexto histórico, social y cultural, así como de la corriente artística en la que se inscribe la obra. Solo así es posible emitir juicios informados y argumentados.

Además, si se trata de un artista con un fuerte compromiso ideológico, el crítico debe ser consciente de ello y comprender las implicaciones, pero sin prejuzgar la obra por esta razón. Tanto el artista como el crítico deben evitar la deformación que surge del sesgo. La crítica, en su esencia, conecta al individuo con la experiencia artística de una manera significativa.

En este proceso, mi propia individualidad queda relegada, pues me enfrento a una obra que, aunque conocida en cierto grado, exige una apertura constante. Venturi profundiza en este aspecto más adelante. Insisto en la relevancia de este enfoque, especialmente en lo que respecta a la sensibilidad artística al encontrarnos con la obra de arte. Como afirma Venturi:

 

Lionello Venturi afirma que la sensibilidad artística es fundamental para cualquier juicio estético. Sin embargo, esta sensibilidad no es un elemento simple, sino el resultado de una combinación de diversas actividades humanas. Como señala Venturi, es evidente que quienes disfrutan contemplando cuadros, y lo hacen habitualmente, están mejor preparados para juzgar una pintura, discerniendo entre lo bueno y lo malo, que aquellos que carecen de esa experiencia (Venturi, Cómo se mira un cuadro, p. 196).

 

En otro orden de ideas, la reflexión de Gaëtan Picon en La estética y la crítica me ha resultado especialmente estimulante. Su pregunta: "¿Qué es criticar sino pronunciarse sobre el valor de las obras?", plantea la crítica como un análisis de las cualidades, más que una simple enumeración de defectos. Picon sugiere que intuitivamente concebimos la crítica, en el ámbito literario por ejemplo, como un campo de valores. No se trata de un objeto de conocimiento histórico o de meros comentarios filosóficos, ni tampoco, según Picon, de un simple objeto de juicio. A continuación, veremos cómo desarrolla esta idea:

 

El juicio crítico no podría ser, por supuesto, una suerte de decreto altivo que confiera o niegue a la obra un valor, de tal modo que el crítico tuviera casi la ilusión de ser la fuente de ese valor: a pesar de lo que diga Hugo, sólo el crítico de caricatura tiene el sentimiento de ser superior a la obra que elogia. El juicio no es un decreto, sino un reconocimiento: criticar es reconocer en la obra la presencia (o la ausencia) de un valor. (Gaëtan Picón, La Estética y La Crítica, p. 204).  

Es evidente que el juicio estético no se basa en decretos arbitrarios, sino en el reconocimiento. No se trata de imponer un valor a la obra de arte, sino de comprenderla. Se identifica al artista, se analiza la técnica y el proceso creativo, ya sea una creación individual o una obra colectiva como una pieza teatral, una película, un montaje musical o una coreografía. Se determina, entonces, si la presencia o ausencia de valor es inherente a la obra misma. Por esta razón, los prejuicios son un obstáculo para una apreciación genuina, impidiendo una crítica que se ajuste a los cánones establecidos. En consecuencia, la influencia alienante debe ser descartada para permitir que el juicio del gusto se exprese libremente.

En relación con esto, Picón nos ofrece el ejemplo de La Cartuja de Parma, donde Balzac reconocía la presencia del genio novelístico, mientras que en "Hernani" identificaba la ausencia del genio dramático. "Tal es el crítico." (Ob. Cit. p.204)."

Ser un buen crítico de arte es una tarea delicada que exige una profunda comprensión, comparable a una cirugía de alta precisión. Así como un cirujano necesita un conocimiento exhaustivo del cuerpo humano y especialización en su área, el crítico debe poseer un dominio completo de la obra de arte que analiza.

El proceso crítico implica un desmantelamiento meticuloso, utilizando el conocimiento como un bisturí para examinar cada componente de la obra. El crítico debe internalizar cada detalle para luego reconstruir la totalidad, como si cosiera nuevamente la obra con el hilo del conocimiento. Esta inmersión profunda permite extraer la esencia de la obra y emitir un juicio de valor fundamentado, que no sea un mero decreto, sino un reconocimiento auténtico.

Como señala Picón, la crítica surge del reconocimiento de la obra de arte. El autor de La Estética y la Crítica presenta esta idea de manera muy clara, y me detuve a analizarla en profundidad cuando afirmaba lo siguiente:

¿No es el personaje que esperamos? ¿No es en un triunfo de la crítica donde se completa ese esfuerzo siempre infeliz de la conciencia por alcanzar la obra en su esencia misma: su valor? La sombra, que el escritor ha logrado hasta el presente distanciar, ¿no viene al fin a su encuentro? Lo que ni la filosofía del arte, ni el análisis estético de las formas, ni la ciencia, ni la historia nos han descubierto, ¿no es acaso la crítica la que, del modo más natural, nos lo aporta? ¿La crítica no es la experiencia estética misma, esa experiencia que a todos llama y que ninguna otra perspectiva puede asir? (Gaëtan Picón, La Estética y La Crítica, p. 204).

En conclusión, y en relación con lo leído, considero fundamental la siguiente cita de Picón, la cual ilumina mi interpretación de su artículo sobre Estética y Crítica. En ella se explicita que el crítico no es el sujeto de la experiencia estética en sí misma, esa experiencia que lo abarca todo y que ninguna otra perspectiva logra capturar. Esta idea se manifiesta en la pregunta que el crítico se plantea a sí mismo: ¿Dónde se sitúa el crítico de arte al contemplar una obra? La respuesta, implícita en la reflexión de Picón, nos conduce a valorar los lenguajes particulares de cada crítico, influenciados por el gusto, el análisis crítico y el juicio, pero especialmente condicionados por el momento histórico, el lugar y el espacio en el que le toca observar la obra. Esta reflexión me recuerda a Lionello Venturi, quien nos explica detalladamente cómo observar un cuadro. Debo destacar que la lectura ha sido sumamente enriquecedora y fructífera para la comprensión de la teoría del arte, el juicio crítico y el gusto estético. Queda claro que analizar una obra de arte no es una tarea simple y mecánica, como preparar un arroz con leche, que, por cierto, también tiene su propia complejidad.  Vuelvo a las preguntas iniciales, aplicándolas ahora a la crítica: ¿soy un crítico imparcial? ¿O influyen en mi juicio mis propios sesgos ideológicos, religiosos, culturales o partidistas? ¿Me dejo llevar por mis preferencias personales, por aquello que mi gusto estético me dicta? ¿Promuevo una cultura de masas que exalta lo imaginario? Si es así, me enfrento a una identidad crítica múltiple y compleja. ¿Poseo un criterio propio y sólido para analizar las formas artísticas? ¿O soy más bien un catalizador de la crisis en la crítica misma? ¿Genero esa crisis para provocar el debate, o fomento el caos para que el arte se perciba como una crítica genuina de algo concreto? ¿O soy simplemente un espectador más, observando la obra de arte sin emitir un juicio de valor significativo? Mi apreciación de la obra de arte se basa en lo que puedo discernir individualmente, lo cual podría hacerme parecer un conocedor de la materia y permitirme comprender la forma de lo que observo. Posteriormente, emitiría un juicio de gusto que, presumiblemente, se alinea con la estética posmoderna predominante en la crítica de arte actual."

Caracas 24 de agosto 2025

Fuentes Bibliográficas 

Sánchez Vásquez, Adolfo. Antología. Texto de estética y teoría del arte.

Consultado 19 de noviembre de 2018. [Libro en Línea].

http://www.antologiadeesteticayteoriadelartepdf.adobereadear

Venturi, Liornello. Cómo se mira un cuadro: De Cwtto a Chagall. Ed. Losada,

Buenos Aires, 1954

 

1.9.25

Portuguesa: Reflexiones y posibles propuestas a propósito del Festival Nacional de Teatro, por Renny Loyo

Reflexiones y posibles propuestas con motivo del debate

a propósito del Festival Nacional de Teatro

 


Renny Loyo*
Estado Portuguesa

Propuestas concretas

Mesa 1: Organización Teatral y Gobernanza

Modelo de Gestión: En el contexto venezolano actual, marcado por la inestabilidad económica y social, los modelos de autogestión y colectivos resultarían ser los más efectivos. Permitirían a los creadores tener un control directo sobre sus proyectos, ser más flexibles y adaptarse rápidamente a las circunstancias. Sin embargo, hay problemas que resolver con la sostenibilidad a largo plazo sin un apoyo institucional. Las compañías formales enfrentan mayores desafíos, como la inflación y la dificultad para mantener una nómina estable, pero ofrecen una estructura que puede ser atractiva para financiamientos o patrocinios de mayor envergadura, sin embargo, la experiencia y la realidad han indicado que si no hay una ética en la administración de los recursos no prosperarían nuevamente.

Marco Legal: El marco legal actual presenta vacíos significativos. La principal deficiencia es la falta de una ley de teatro moderna y comprensiva que reconozca la diversidad de oficios y modelos de producción. Y que nazca o haya nacido del colectivo y no impuesta por diputados, mafias o macollas regionales, con vestigios caudillistas, que tejen un suéter a su medida. Las propuestas para una reforma urgente de la Ley ya aprobada, así como la creación de su reglamento -hasta ahora inexistente-, deberían incluir:

-Reconocimiento del artista teatral como trabajador con derechos y beneficios, con alcance para familiares más cercanos como madre, padre, esposa, e hijos.

-Establecimiento de un fondo nacional de fomento al teatro proveniente de los minerales, con criterios claros y transparentes. Subsidios, y concursables, créditos sociales retornables a cero intereses.

-Incentivos fiscales para empresas que inviertan en las artes escénicas, incluidas en una ley especial para la implementación de la RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL, PÚBLICA Y PRIVADA.

-Regulaciones que protejan los derechos de autor y de propiedad intelectual, de todos los dramaturgos, nacionales y extranjeros residentes en Venezuela. Supervisados por un organismo privado de los artistas para tal fin.

Gobernanza: Las instituciones públicas tienen un rol vital en la promoción del teatro, pero su gestión debe ser más transparente y descentralizada. Su labor debe enfocarse en la creación de políticas culturales de largo plazo, el apoyo a la formación y la gestión de espacios. Las instituciones privadas, por su parte, deben ser vistas como aliadas, no solo como patrocinadores sino como ejecutores de obras para la promoción de los espectáculos talleres en combinación con otras artes como el circo, la danza, la música, y el cine. Se puede lograr una colaboración más efectiva fomentando mesas de trabajo conjuntas, creando incentivos fiscales para la inversión cultural privada y promoviendo la creación de fundaciones dedicadas al teatro para darle cumplimiento a las políticas del estado.

Mesa 2: Toparquía Teatral y Espacios Escénicos

Toparquía Teatral: La toparquía teatral en Venezuela se manifiesta en la centralización de la actividad en la capital, Caracas, y la existencia de una jerarquía implícita basada en el prestigio de ciertos espacios y compañías. Esto genera una brecha entre las oportunidades de visibilidad, financiamiento y acceso al público en el interior del país. La democratización de los recursos basada en los planteamientos de la mesa 1 y la visibilidad se puede lograr mediante la descentralización de los festivales, la creación de redes de intercambio y el apoyo a proyectos de teatro comunitario y regional, como escuelas comunales, y circuitos comunales de temporadas fijas dos veces al año.

Función del Espacio: La sala tradicional ya no es el único espacio posible para el teatro. Los espacios escénicos pueden tener nuevos usos, como centros de formación, laboratorios de investigación, espacios de trabajo compartido, tanto físico como virtual, donde profesionales, emprendedores o empresas pueden desarrollar sus actividades de manera independiente, pero a la vez fomentando la colaboración con artistas y lugares de encuentro comunitario. El teatro de calle y los espacios no convencionales redefinen la relación con el público al llevar el arte a la vida cotidiana, mientras que la virtualidad rompe las barreras geográficas, permitiendo que las obras lleguen a audiencias globales.

Sostenibilidad y Acceso: La sostenibilidad de los espacios independientes se puede garantizar a través de modelos de gestión híbridos que combinen la venta de entradas con el alquiler para eventos, la oferta de talleres, y la búsqueda de patrocinios y donaciones. Para promover un acceso más inclusivo, es crucial apoyar los proyectos comunitarios o de impacto comunitario y las giras en el interior del país (intercambios entre agrupaciones), así como implementar políticas de precios accesibles, descuentos para estudiantes y funciones gratuitas, con apoyo público y privado.

Mesa 3: Cartografía Teatral y Redes

Mapeo de la Actividad: Una cartografía teatral nacional es una herramienta esencial para visibilizar a todos los agentes del sector. Se puede generar a través de una plataforma digital interactiva que funcione como un censo del teatro venezolano (no importa que ya hayan experiencias) esta debería ser administrada gremialmente. Esta herramienta debe ser alimentada por los propios artistas y gestores, con apoyo de las instituciones para su difusión y mantenimiento.

Creación de Redes: Las redes de colaboración son urgentes. Se necesitan redes interregionales (para intercambio) para facilitar la circulación de obras y artistas (se requieren espacios de alojamientos propios, redes temáticas para el intercambio de conocimientos (teatro infantil, de títeres, etc.) y redes de intercambio con otros países (ALBA), para promover la internacionalización. Esto se puede lograr con plataformas en línea, encuentros periódicos y el apoyo a proyectos colaborativos.

Internacionalización: Para proyectar al nuevo teatro venezolano a nivel internacional, es necesario crear una marca país en las artes escénicas. Las estrategias pueden incluir:

- Apoyo a la participación en festivales y mercados internacionales.

- Residencias artísticas y de investigación en otros países.

- Creación de una plataforma digital para la difusión de las obras en el extranjero.

- Alianzas con teatros y festivales de la región.

Mesa 4: Economía Teatral, Comunicación y Salud

Economía Teatral: La taquilla, por sí sola, no es un modelo sostenible. Se pueden explorar otros modelos de financiamiento como el micromecenazgo (empresas públicas y privadas por lapsos mediano plazo (6 meses) a fin de garantizar que en un año puedan beneficiarse dos o tres agrupaciones de este apoyo), los patrocinios corporativos (empresas básicas del estado), y la creación de proyectos de impacto social que generen ingresos a través de alianzas con fundaciones del estado o empresas. El trabajo artístico debe ser valorizado económicamente a través de contratos claros, salarios justos y el reconocimiento de la formación y la experiencia, el gremio deberá ensayar un baremo de pagos y costos a implementar en los próximos tres años en la medida que algunas ideas implementadas se vayan cumpliendo direccionando toda la política a la creación de un teatro independiente.

Comunicación Estratégica: La comunicación es clave para llegar a nuevos públicos. Es fundamental ir más allá de los afiches y las notas de prensa. Las redes sociales son una herramienta poderosa para generar contenido visual atractivo (videos cortos, entrevistas, detrás de cámaras) y crear una comunidad en línea. También es vital establecer alianzas con medios digitales y periodistas culturales para dar visibilidad a las obras. Y la creación en cada estado de una revista que visibilice el teatro local y regional.

5.-Salud del Artista.

El trabajo teatral conlleva desafíos físicos y mentales. Es crucial crear mecanismos de apoyo que incluyan:

1. Acceso a un sistema de seguridad social y seguro de salud, con ampliación hacia modelos administrados por los artistas de manera directa con apoyo anual del estado y de los mismos artistas.

2. Atención psicológica especializada para abordar el estrés, la ansiedad y otros problemas comunes en la profesión.

3. Talleres de prevención de lesiones y cuidado corporal.

4. Creación de un fondo de emergencia para artistas en situación de vulnerabilidad.


*Renny Loyo. Profesor de Educación Estética. Actor, director, dramaturgo y poeta. Fundador de la Compañía de teatro estable Dámaso Ogaz. 45 años de experiencia teatral. Msc. en Gerencia y Dr. en Ciencias de la Educación.

 


Yaracuy: La alegría de una fiesta teatral, por Germán Ramos

 La alegría de una fiesta teatral

Relación del debate en el estado Yaracuy el pasado 28 de agosto

(Primera parte)

 

Germán Ramos, actor, director y dramatiurgo

 Por Germán Ramos

Conuco Teatro del Sol
Yaritagua - Estado Yaracuy

El arte escénico de las máscaras, la antigua tradición humana de desdoblar el espíritu en escena, desnudar el alma y vestirse del magnetismo colectivo que participa en la comunión del teatro, ha vivido en el Yaracuy su particular versión del Festival de Teatro Venezolano 2025. Diseñado y organizado desde el Centro Nacional de Teatro en Caracas, fue asumido y ejecutado exitosamente tanto por el ejecutivo regional y su nuevo liderazgo, como por nosotros, los protagonistas permanentes, perseverantes y resilientes que somos la familia del teatro en el país.

La primera etapa, desarrollada el jueves 28 con el rimbombante título de “Primera Jornada de Cartografía Teatral” —hemos señalado antes y lo sostenemos, que esta patología de querer estar inaugurando el mundo cada vez que tenemos la oportunidad, renombrando las cosas (es decir, cambiando palabras sin cambiar las maneras) e ignorando los aportes del colectivo, es una tendencia del egoísmo y la vanidad que tanto daño le hacen al arte y a sus cultores— funcionó para colectivizar la buena voluntad que caracteriza a la gente de teatro de nuestra región y promover un encuentro, a todas luces necesario e indispensable, para que el movimiento teatral del estado se reactive, se retroalimente y se fortalezca.

Estuvimos, en consecuencia, los que ya formamos parte de la tradición y escuela viva del teatro yaracuyano, una buena parte de representantes de nuevas voluntades, docentes y funcionarios de alguna propuesta estatal. A solicitud de los participantes, este vocero tomó la palabra en la instalación de la jornada para felicitar la propuesta y expresar, consecuentemente también, lo que consideramos el reclamo y la argumentación que tenemos contra una gerencia cultural cuarto republicana en sus formas, que no ha satisfecho las expectativas del movimiento y que lo ha irrespetado reiteradamente. Imagínense: una buena y sentida ovación. Así culminó mi saludo como voz del movimiento y, en especial, de esa escuela viva, familia hermosa allí presente.

Juiciosamente se instalaron las mesas programadas, con una participación que no fue mayor que en eventos anteriores similares, disfrutando de muy buena atención por parte del equipo anfitrión. Esto en la renovada versión que, como autoridad única de cultura del estado, se inicia con el escritor y animador sociocultural Juan Manuel Parada Serrano, sin dudas uno de los más calificados rectores de cultura que haya tenido el Yaracuy en las últimas décadas, y quien, a conciencia, se inaugura en esta nueva responsabilidad institucional del gobierno bolivariano.

Puntualmente, siguiendo el guion, se cerraron las mesas y, tras un breve interín, nos vimos leyendo las conclusiones o respuestas al cuestionario planteado que regía la mesa de trabajo. El espíritu fraterno y constructivo de la asamblea obvió la discusión o el detallar siquiera los informes que produjeron las mesas, y así mismo se procedió a la elección de quién representará al estado Yaracuy en el Encuentro Nacional de estas Jornadas, que ha de realizarse, según el programa del festival, próximamente en la capital del país. De manera que, sin detallar o cerciorarnos de la calidad de los votantes en su totalidad y de la manera más abierta y pública —al levantar la mano por los candidatos propuestos—, la cuenta final favorece a quien escribe. Germán Ramos, entonces, será el vocero que por mayoría decidió, precisamente, la escuela viva a que me refería al comienzo. Luego nos enteramos de que el resultado era toda una paradoja para quienes sí habían estado promoviéndose en campaña, amarrando votos y esas viejas manías del juego democrático.

En fin, podemos afirmar que esta primera jornada resultó bastante exitosa. Se manifestó e impuso el espíritu fraterno y paciente de quienes por décadas hemos estado manteniendo —permítanme el lugar común— con sangre, sudor y lágrimas lo que es el fundamento del teatro yaracuyano actual; resistiendo con fuerza y luz la falta de políticas, coherencia y justicia desde las últimas décadas del siglo pasado, y aún en lo que va de nuestro gobierno bolivariano. Y tristemente debemos reconocerlo: también de quienes, desde ese gobierno, representan a esta familia y contribuyen a malgastar los mermados recursos que la patria en este momento puede designarle al sector.

Esperamos la organización y entrega de los documentos finales por parte del Instituto de Cultura.

 

Germán Ramos

Festival de Teatro Venezolano 2025 en el Táchira, días 1 y 2, por William Leal

 Festival de Teatro Venezolano 2025 en Táchira, días 1 y 2

 

Plenaria Jornada de Cartografía Teatral

William Leal

El Festival de Teatro Venezolano 2025 en su primera etapa (entre el 28 y el 31 de agosto) inició en el Táchira, como en toda Venezuela, con la Jornada de Cartografía Teatral realizada el jueves 28 en la Escuela Regional de Teatro en San Cristóbal.  A pesar de la brevedad establecida por los organizadores a nivel regional, 1 hora para el debate en las mesas temáticas, se logró después de varios años reunir en un espacio a gran parte de las hacedoras y los hacedores de teatro del estado. No obstante se notó la ausencia de muchos y muchas que por diversas razones no asistieron (economía, transporte, posición política, salud, desinterés; así lo expresaron algunos de los ausentes contactados).

Mesa 5.  Economía

El día 2, viernes 29 a las 10:30 de la mañana en la Casa Steinvorth, centro de la ciudad de San Cristóbal, la agrupación Charlot Teatro de Michelena, municipio ubicado a 40 kilómetros de San Cristóbal, presentó Historias para adultos de ayer actuadas por niños de hoy creación de 30 minutos basada en Los enredos de Rosalía de Humberto Orsini y los textos de autores anónimos Se vende una mula y El chico amado. La obra de corte costumbrista está constituida por tres escenas donde niños/actores caracterizan roles de adultos.

Historias para adultos de ayer actuadas por niños de hoy 

La dirección de Historias para adultos de ayer actuadas por niños de hoy fue de Emmanuel Rosales y Jeire Arellano quienes expresaron que es teatro hecho por niños para adultos. Se incluyó en la programación del Festival dentro del Eje Comunitario (la única pieza). Sería interesante analizar y debatir qué se entiende por teatro comunitario tomando como punto de partida el propósito u objetivo del Festival de Teatro Venezolano 2025.

Clitemnestra.  Mujer odiosa marcó la continuación del Festival, monólogo con actuación de Nilka Vélez, dirección y adaptación de Iliana Sánchez, presenta a la mitológica mujer de la antigua Grecia como una adelantada a su época. La puesta en escena realizada en uno de los espacios adyacentes a la Escuela Regional de Teatro, donde Nilka e Iliana son docentes, se vio opacada, por la torrencial lluvia caída desde el inicio hasta el final de la obra. Hay que valorar el esfuerzo de Nilka, actriz con más de tres lustros de experiencia, quien a pesar de ciertos bajones, comprensibles, en la voz tuvo el coraje de actuar a lo largo de 40 minutos bajo un aguacero en un espacio abierto.

Nilka Vélez en Clitemnestra.  Mujer odiosa

Clitemnestra.  Mujer odiosa, trabajo que nos rememora la llamada Grecia clásica tiene sus virtudes, pero me pregunto, ¿es realmente el propósito del actual Festival hacer aportes a la descolonización cultural? Si lo es, obras como Clitemnestra.  Mujer odiosa serían adecuadas en otros momentos y espacios, pero no en este Festival y particularmente en el estado Táchira donde el teatro clama por dramaturgias y puestas en escena que sacudan los llamados patrones clásicos, eurocéntricos en consonancia con el proceso de descolonización cultural que se adelanta en Venezuela.

Otra interrogante, ¿qué criterios tomaron en cuenta los organizadores para la selección de las obras presentadas en el Táchira en esta primera etapa? Clitemnestra.  Mujer odiosa se programó a las 7 de la noche en una ciudad donde el transporte público labora en promedio hasta las 6:30 de la tarde ¿Estrategia idónea para atraer más espectadores al teatro o afirmarlo como un acontecimiento elitesco? La actual directiva de la Escuela Regional de Teatro, dependiente de la Dirección de Cultura del Estado (Gobierno regional) fue la encargada de la organización del Festival de Teatro Venezolano en el Táchira.

San Cristóbal, Venezuela, septiembre de 2025

31.8.25

Barcelona: El Remedio, por Graciela S. Mitchell

El Remedio

 


Graciela S. Mitchell

El Remedio es un sainete salido de la pluma del dramaturgo anzoatiguense Jesús Benjamín Farías.  La obra introduce al espectador en la casa y la vida de una familia margariteña mostrando costumbres sociales de muchos orientales. El centro del conflicto es la fe de Florentina (Ximena González) en los remedios recetados por la faculta del pueblo poniéndola por encima de los médicos y la insistencia de sus hermanos Florencia (Milagros Díaz) y José Herminio (Francisco Nayati) por hacerla entender, con palabras y tretas, que la ciencia médica es el mejor camino para mejorar la salud.

Esta propuesta escénica de la agrupación Tabla Abierta de Barcelona, Anzoátegui, emplea elementos escenográficos y de utilería sencillos: una mesa, una mecedora, sillas, algunos utensilios y un cuadro de la Virgen, indispensable en cualquier sala margariteña; éstos apoyados con música de la región, hacen que los espectadores se ubiquen con facilidad en el contexto sociocultural sugerido por el autor.

La caracterización de los actores fue ayudada por un vestuario acorde con la región y una propuesta de maquillaje, en algunos personajes algo exagerada, pero que evidenciaba características propias de los sainetes venezolanos.  El dialecto empleado, la complicidad entre los personajes y el ritmo escénico confluyen para darle valor a la puesta en escena.

Bajo la dirección del mismo Jesús Benjamín Farías, la representación de los personajes, así como las ocurrencias propias del texto, permiten al público identificarse, de una u otra manera, con las situaciones que ocurren en escena. Es que en esta obra se encuentran personajes para todos, como en el caso de Agapito (Franco Miura), y Petra Dominga (Laura Gómez), las visitas constantes a la casa, que sin ser familia siempre están presentes.  Mary Blanca (Natalia Vetencourt) y Vallita (Valeria Fajardo), proyectan la picardía y la inocencia de los niños, recordándonos la alegría de los juegos de “stop” para pasar el rato.  Los achaques y actitudes de Florentina hicieron afirmar a la chica del lado de mi asiento: “Igualita a mi abuela”.

Sin duda El Remedio es una oportunidad para disfrutar el retrato de la región oriental en la escena, a través de arraigadas costumbres sociales. Es una pastilla para la risa y el disfrute, como lo evidencia el público que llenó el Teatro Juan Antonio Cajigal, durante esta representación en el Festival Venezolano de Teatro 2025. 

30.8.25

Rengifo en Femenino, sin petróleo ni federación. Por Bartolomé Cavallo.

 Rengifo en Femenino, sin petróleo ni federación



Asistí el viernes 29 de agosto de 2025 al Conservatorio de Música de Maracay para ver la obra Rengifo en Femenino, una versión de César Rengifo con el elenco del Teatro Estable de Maracay, en el marco del Festival Nacional de teatro de Venezuela.

Como no me llegó la ficha desconozco el nombre de las actrices y la dirección. Solo tengo como referencia a César Rengifo en sus diferentes etapas: la indígena, la federativa y la petrolera. En tal sentido, no tengo con precisión los extractos que se tomaron para armar un espectáculo de una hora de duración, solo que se reconocen los textos más emblemáticos por sus particularidades.

Rengifo (14 de mayo de 1915 - 02 de noviembre de 1980) pintor y dramaturgo, supo exponer muy bien básicamente tres etapas, que las integrantes del TEM tomaron como pretexto para esta obra. Con un leit motiv que sirve para empezar y pasar de una obra a la otra, nos encontramos con un espectáculo –ya fue montado hace varios años- inacabado, lineal y simple en dispositivo y en actuación. El espacio tampoco ayuda para la voz pero casi todas estuvieron sin tesitura teatral, sobre todo quien hizo de Brusca; externa, gritona y sin propiedades para el drama. Hay que estar pendiente del público que uno mismo trae.


Recuerdo que en uno de esos festivales nacionales, se escogieron diez textos por concurso y cada dramaturgo ganador decía qué grupo prefería que le montara su obra. Julio Jáuregui fue uno de esos diez seleccionados y optó por que el grupo La Misere, de Maracay, donde yo participaba como actor, le escenificara su trabajo para llevarlo a Caracas. Ese festival se montaba con todos los aditamentos técnicos, en teatros bien equipados y con un aporte a la producción. No estoy comparando, solo colocando elementos para poder evaluar lo que se está haciendo ahora en Aragua. Rengifo en Femenino se está mostrando o está optando para ser representada en Caracas en noviembre. Porque si es así, lo que va a ver la gente de la capital dudará de lo que se está haciendo teatralmente en Maracay.

Ahora bien, para qué sirve un festival de teatro; es la posibilidad de auscultar cómo está, en este caso, la organización, la dramaturgia, los directores, la actuación, la parte técnica, entre otras características, que nos darían el pulso de nuestro movimiento teatral. Se me ocurre que deberíamos comenzar con el análisis a los directores y después veremos.

Bartolomé Cavallo. Alumno de Ramón Lameda.

En comunión con el arte, por Patricia Jiménez

 En comunión con el arte

 

Patricia Jiménez

Cualquiera sea la creencia o, incluso, el agnosticismo y hasta el ateísmo de una persona, su acercamiento a un espacio ceremonial o de culto suele ser siempre respetuoso. Lo mismo si entramos a una iglesia que a una ermita, una basílica, mezquita, capilla, catedral, templo ortodoxo, sinagoga, mandir, pagoda, santuario, terreiro, humfo, casa de santo… o si asistimos a un ritual al aire libre, ¿cómo nos indica el sentido común que debemos comportarnos? Seguramente en silencio, sin perturbar la paz y la conexión de los demás con su fe, absteniéndonos de tomar fotos o responder teléfonos, evitando llamar la atención por el menor gesto fuera de lugar, cubriéndonos alguna parte del cuerpo, o retirándonos el sombrero, la gorra, el calzado u otra prenda de significado importante para la tradición cultural que nos recibe. Observamos, nos mimetizamos con la colectividad en lo posible, agradecemos haber podido penetrar esa dimensión y actuamos con delicadeza. No importa si pertenecemos a aquel grupo social o si andamos de turistas, de curiosos, de buscadores de un banquito o una sombra donde descansar. Una vez allí, modulamos nuestras maneras propias para no ser disonantes. Pareciera, entonces, que ese sentido de la educación es bastante instintivo.

Foto toma https://www.espinof.com/en-rodaje/te-molesta-el-uso-de-telefonos-moviles-cuando-ves-una-pelicula-apple-prepara-un-modo-cine








Se me ocurre que deberíamos trasladar las salas de teatro, los cines, las tertulias, los conciertos y presentaciones artísticas a centros religiosos, a ver si el público se muestra más considerado para con los artistas que ofician el espectáculo y con el resto de la audiencia. La estoy pasando mal cuando asisto a estos eventos culturales en los que no quisiera que nada me desconcentrase, ni el celular que siento vibrar cerca, mucho menos el susurro (a veces ni tanto) de quien lo contesta, ni la luz de la pantalla de alguien un par de filas delante de mí, ni el comentario de uno que tengo sentado detrás, la risa estridente de otros incapaces de constreñirse igualito que harían con la tos o el estornudo, el chirrido de un paquete que se abre, el crujido de una boca masticando. Es una mezcla de egoísmo y vanidad, porque hay de todo.

He reconocido, entre esos inadecuados espectadores, a gente con reconocimientos y títulos que van al teatro para figurar, para ser saludados y vistos, alardear de sus muchos o pocos conocimientos sobre la obra que se exhibe. Graban, fotografían, ríen estruendosamente, explican un texto en voz alta, gesticulan… se hacen notar. Qué pena, ¿eh? Es triste que necesiten tal cosa, pobres de espiritualidad y de espíritu.

Crecí en un pueblo donde los domingos se juntaban teatreros, trovadores, repentistas, declamadores, poetas… Los niños y los mayores nos sentábamos a escuchar, nadie rodaba la silla; el silencio era sacro. El que llegaba tarde se quedaba de pie al fondo, y aprovechaba para acomodarse en el pedacito de los aplausos. Los perros se echaban en el piso, tranquilos. Si se preparaba jugo, casi siempre de tamarindo, había que hacerlo antes, para que no fuera a sonar la licuadora. Después de todas las actuaciones, a la hora de hablar, se pedía permiso y se armaba una conversa, y nos íbamos luego entonando un corito. De ahí debe haberme quedado esta añoranza, pero también esta certeza de que es sí es posible disfrutar a plenitud.

Foto autorizada bajo  referencia a licencia: Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 3.0.

Esa actitud de humildad y de amor, pues de eso se trata, no podemos dejarla a la voluntad de la sociedad. Es responsabilidad de las instituciones y del propio gremio cultural incentivar esa reflexión sobre el respeto al quehacer artístico. Así como se regulan otros comportamientos sociales, se deben diseñar soluciones para persuadir al público de ser más empático. ¿Por qué no brindar una sesión para fotos al terminar la función? ¿Es factible destinar puestos especiales cerca de la salida para quienes estén sujetos a posibles avisos de emergencia y deban contestar una eventual llamada? ¿Puede colocarse algún personal de sala que controle cualquier violación a las indicaciones dadas? Quien desee tomar notas, ¿qué tal si juega a garabatearlas en un cuaderno, a oscuras? ¡Es divertido!  Al principio, quizás algunos no lo perciban como lo más confortable, pero sin dudas es un derecho de todos el comulgar en paz, como el Arte manda.

Caracas, 30 de agosto de 2025

Crítica y Guía de Estudio de Eva Cristina Vásquez sobre Rouge Cabaret, texto de Lolimar Suárez Ayala


La teatrera y académica puertorriqueña Eva Cristina Vásquez escribe para la revista literaria digital EntreTmas (NY) una interpretación de Rouge Cabaret de la dramaturga venezolana Lolimar Suárez Ayala, a la vez que desarrolla una Guía de Estudio para alumnos e interesados.  A continuacion los enlaces:

CRÍTICA Y TEXTO DE ROUGE CABARET





GUÍA DE ESTUDIO:



ENLACE A LA PORTADA DE ENTRETMAS


Maneras de mirar

Maneras de mirar

Miradas al escenario nace como resultado  del taller de Crítica Teatral organizado por la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela durante e...