Crímenes Ejemplares de Tejedores de sueños en el Zulia
Jhonathan Camacaro, director de Tejedores de Sueños reflexiona sobre el proceso de su próximo trabajo Crímenes Ejemplares
Montar
Crímenes Ejemplares ha sido mucho más que poner en escena una obra
breve, ha sido un acto de resistencia, de creación colectiva y de profunda
exploración humana. En el corazón de Lagunillas, donde el teatro aún continúa
despertando como costumbre cultural, este montaje se convirtió en un
laboratorio vivo
***
Lo breve como desafío creativo
La brevedad de la obra, lejos de ser una limitación, se transformó en un
detonante de ingenio. ¿Cómo condensar una crítica feroz sobre la justicia y la
condición humana en pocos minutos? La respuesta fue vincularse con artistas
locales, cantantes, creadores visuales y aliados que valoran el trabajo de
Tejedores. Así, cada escena se volvió una cápsula intensa, cargada de
simbolismo.
***
La construcción colectiva como eje
Este montaje no se hizo en soledad. Fue tejido —como su nombre lo indica— por
muchas manos. La mezcla de un elenco joven en formación con actores que ya han
recorrido algunos años de tablas generó un cruce de saberes, errores y
aprendizajes que enriqueció el proceso. Se vivió como un laboratorio: se
experimentó, se falló, se corrigió, se celebró.
Y en ese proceso, el público de Lagunillas también fue parte. Poco a poco, se
está formando una audiencia más crítica, más sensible, más dispuesta a dejarse
interpelar por el teatro. Y está agrupación está creando una huella de algo
bien hecho, sobrio y con técnica.
***
Logística, mística y comunicación
La parte logística fue, como siempre, un reto. Pero no hay montaje sin
comunidad. Se sumaron manos, voluntades, talentos. Un detalle importante: el actor no solo es
actor, tiene tareas según sus habilidades: aporta en transporte, en gestión
motorizando el proceso. Se entendió que
para convencer aliados, se necesita más que resultados: se necesita mística,
pasión, y una comunicación clara del contenido y propósito de la obra. La propuesta debe saber comunicarse en todos
los frentes.
Además, se comenzó a protocolizar la producción en un sistema propio, adaptado
a las realidades y sueños de Tejedores. Este paso es vital para sostener el
trabajo en el tiempo y profesionalizar el quehacer teatral local.
***
Coherencia con Max Aub y su discurso
Montar una obra de Max Aub implica responsabilidad. Su mirada sobre la justicia
—frágil, ambigua, profundamente humana— exige estudio y coherencia. El equipo
se sumergió en su discurso, buscando no solo representar, sino comprender. Así,
se rompieron estereotipos, se expusieron deseos turbios, se cuestionó la moral
y se abrió un espacio para el debate ético, a veces estas temáticas son criticadas
por un público que quizás no está listo, pero si no las montamos, ¿cuándo lo
estarán? Nos animamos a hacerlo.
***
Tejedores de Sueños: sembrando futuro
Este montaje reafirma la misión de Tejedores: formar, transformar, provocar.
Los jovencitos nobeles que se acercan al teatro encuentran aquí un espacio de
crecimiento, de expresión, de comunidad; ellos están en formación continua. Una parte con más tiempo que solidaridad
monta junto a otra menos experimentada que se va fortaleciendo, esto no nos
libera de equivocarnos de fallar, es el camino que hemos decidido recorrer
avanzar en la experiencia que se hace costra sana y se fortalece.
Y el
público, cada vez más culto, más curioso, más comprometido, es testigo y parte
de ese proceso.
***
Crímenes Ejemplares no solo se presenta: se vive. Y en cada función, se
teje un nuevo hilo en la gran trama del teatro local.
Muy buena noticia la de ese montaje en Lagunillas.
ResponderEliminar