Canto al Solsticio de invierno desde el teatro, ventana del sol y la luz.
Esta mañana quiero referirme a algunos aspectos de la conducta interpretativa
para analizarla poéticamente,
sin embargo, la palabra técnica y los contenidos de la misma,
no están sujetos a debate.
Metodología, o método
tienden a reemplazar el lugar
que corresponde ocupar la técnica.
Se entiende que los actores que trabajan con ella en sus salones de estudio,
y los alumnos que la están aprendiendo,
pueden ayudarnos a perfilar mejor de que se trata este método para los norteamericanos.
Hay mucha gente cercana alrededor
del "Arte del Actor',
profesionales en actividad dispuestos a responder lo que ocurre con la técnica para ellos,
suponemos que hay muchas otras personas que no han tenido acceso para asimilar la existencia de la técnica.
Actores que desean con ansias entrenar,
alumnos en formación dispuestos a hacer
el esfuerzo de "aprender a aprender ".
No puede haber asimilación del aprendizaje
si no existe una predisposición a revisar con pasión las leyes de acceso al conocimiento de la técnica interpretativa.
Por ejemplo,
un actor que aprende a aprender,
acabará descubriendo el valor de una técnica
que lo implica en la pregunta para construir,
y no en la respuesta ya construida.
Ahora bien.
Qué es aquello que hay que tener para luego poder olvidar: la técnica.
La técnica ha permitido reconocer mi comportamiento frente a un conflicto,
ya que solía pensar que mientras más rápido solucionaba mejor era mi accionar, cuando en realidad, estaba dejando de trabajar por el miedo a otra cosa, no tenía conciencia de que no puedo controlar sin darme cuenta que la realidad perdía más.
El estructurar el ejercicio me permitió entender ese comportamiento en la lentitud en que debe ser ejecutado sin perder mi accionar.
La técnica me coloca en el escenario a trabajar,
hacer las cosas todo el tiempo,
a ganar en Libertad al ser YO el que elige cada momento que hacer.
La técnica es la máquina eterna del "estímulo y la sorpresa" llega a través de la acción corporal y de no saber qué va a pasar, la acción sorprende ya, el ensayo devela la magia de crear: hacer, mover, sentir, temblar, no pensar, respirar, transmitir profundo y sentir que el tiempo solo es una palabra y delante nuestro es un personaje que sonríe y pregunta... ¿Por qué? , ¿Que pasó?, nada, simplemente se aplicó la técnica.
Definitivamente la técnica es el tronco que hace que un árbol sea posible. Es la disciplina que conduce al actor a la libertad y la creatividad.
La técnica permite construcciones originales desde el origen y eso se consigue con la técnica. La sensibilidad de como somos y como ocurre algo nuevo en cada ensayo. Un trabajo desde la técnica nunca te abandona, te agarras a él y lo renuevas en cada función.
La técnica también es un viaje de puertas que se van abriendo. Habitarlo es conocer el siguiente paisaje desde el cuerpo. Palpar la geografía del instante, transformarse. Emitir.
Para otros, la técnica es la estructura sobre la que se sienta el talento.
Ensayar con libertad e imaginación para que pase lo que no puede ser pensado . Hacer las cosas sin pensar con tu primer impulso y con toda la intensidad, de la que eres capaz para conseguir lo que iba a marchitarse.
Toda técnica entraña una metafísica. La astucia de la técnica es hacer que florezca la imaginación en la construcción de un personaje al servicio de una representación de una verdad a menudo profunda, intensa, más que la propia realidad.
El caos y el orden hacen que el conflicto sea el elixir para disfrutar de un verdadero hallazgo. La técnica interpretativa nos da la brújula para ese puerto de libertad y total creatividad. Contiene la carta de navegación para hacer de la estructura dramática una verdadera búsqueda desde la auténtica pesquiza, desde la pregunta, donde el actor convierte la teoría en acción, y el conflicto y los objetivos en materia prima para la creación escénica.
Todo orden tiene que tener un desorden para ordenar y hábitar, con una dirección, un sentido, una forma sin haberlo sabido antes, una energía, una vivencia para que ocurra algo que te lleva a una creación, rica, fresca, interesante, orgánicamente estructurada y equilibrada. Una manera de trabajar buscando en el infinito con dirección, sentido, vivencia orgánica, desde la pregunta, no desde la respuesta. La técnica te acompaña. Te equilibra.
Definitivamente señores,
la técnica es la llave para expresarnos
sacar al preso que llevamos dentro
ayudarlo, animarlo, a que pierda el miedo
al vacío, a las palabras y al encuentro con el otro.
Actuar desde la esencia humana y el ritual;
la técnica es un descubrir constante dinámico, creativo y apasionante.
Finalmente,
La técnica es el conjunto de herramientas que ensayo a ensayo vamos vinculando con el hacer, comenzando con un planteamiento racional para llevarlo al plano inconsciente. A mayor dominio de la técnica en cada ensayo, mayor será la calidad y coherencia del ensayo, permitiendo la construcción de una conducta particular y genuina.
La técnica es el recorrido minucioso que emprende el actor para conquistar una ruta segura y fecunda en parámetros prácticos y conceptuales, en pro de dar nacimiento a un proceso creativo. La técnica esta enmarcada por una pregunta y sus procesos y recorridos trazados son la búsqueda a la resolución de aquella pregunta detonadora.
La técnica existe para convertir al actor en un artista de la escena compleja.
Freddy Torres González, diciembre 2025.
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