Buscar este blog

14.12.25

Maracay: Fin de siglo, o el florero azul, por Bartolomé Cavallo

 Fin de siglo, o el florero azul


Asistí el sábado 13 de diciembre de 2025 a la nueva sala El Teatrico, en el Centro Comercial Parque Aragua, para presenciar el montaje Fin de siglo, de la dramaturga Aminta de Lara, con el grupo Jap Producciones, con la dirección de Daniel Vásquez y la actuación de Ruth García y Johan Patiño.

En género de comedia oscura, la trama gira en torno a un muerto que deja de herencia un florero azul; pero este muerto estuvo casado con una mujer y después se casó con un hombre. Ambos, exesposa y exesposo se citan en la casa del difunto para dilucidar a quién le corresponde el dichoso florero. Aparecen los amores-desamores, los celos, las intrigas y hasta la necesidad de comenzar una relación, ahora, de estos seres.

Pero llega un momento en que la historia no da para más y se va estancando. Se produce un ritornello que evita la incorporación de elementos mucho más dramáticos; la ceguera, la incapacidad para pensar y la muerte, por ejemplo. La autora no se atreve a ir más allá y crear una verdadera tragedia, que en estos tiempos de fin de mundo tenemos muchos ejemplos. Más bien se queda en una discusión sibilina, sin mayor profundidad.

Observé a Ruth García, una sobria actriz, desenvuelta, con gran presencia en escena, muy natural y desfachatada que se come el espectáculo. Excelente voz y se maneja con gran profesionalismo en las tablas. Johan Patiño por su parte buen comediante, corto cuando para al drama, comedido y presto a corregir cualquier falla que pudiera ocurrir en escena. Daniel Vásquez, resuelve la puesta con los elementos mínimos: un mueble, una mesa con hielo, ron y refresco. Incorpora un excelente elemento: la presencia del muerto con una tela negra. Este elemento está omnipresente, pero termina como dueño de la escena final.

Esta obra se adapta perfectamente al tamaño de la sala, permitiendo que las voces sean audibles y que la distancia entre el público sea casi encima de los actores, sin desmedro de un nuevo espacio para la actuación aragüeña.

En términos generales, Fin de siglo es un buen espectáculo, ponderado, sin buscar más allá de una obra para meditar en clase media, sin los atropellos de los grandes y nefastos dramas que los periódicos nos atropellan a diario. Hay que destacar que –no había visto– la posibilidad de que el público pudiera comprar licor y tomar en la sala.

Bartolomé Cavallo. Alumno de Ramón Lameda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Maneras de mirar

Maneras de mirar

Miradas al escenario nace como resultado  del taller de Crítica Teatral organizado por la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela durante e...