Una y una son seis de Ligia Álvarez en la sala Lola Ferrer
Por David Ortega
Tuvimos la
oportunidad de presenciar la lectura dramatizada de uno de los textos teatrales
de la reconocida dramaturga Ligia Álvarez, quien además de dirigir su propia
obra interpretó el personaje Alba, una cincuentona divorciada dos veces; el
personaje Marga, fue interpretado por la experimentada actriz Marisol
Castilloblanco, la amiga de la niñez que ha enviudado. Ambas comparten la
desventura de la soledad tras la partida de sus hijos al exterior, y reunidas encuentran
la oportunidad de aclarar y resolver un conflicto del pasado, motivado por
celos y un mal entendido, mientras esperan a otras cuatro amigas. Se trata de
un drama conmovedor que elogia la amistad perdurable.
La sala teatral Lola Ferrer fue en el pasado un lugar de relevancia en la escena caraqueña, ubicada en la avenida México, frente a la Escuela Experimental Venezuela. Su fundador fue Miguel Lizardi en los años noventa del siglo pasado, quien la dirigió hasta su fallecimiento. Ahora, bajo la dirección de Stalin Rodríguez, y apoyado por estudiantes de UNEARTE y habitantes de la comunidad local, se reabrió durante la pandemia. Desde entonces, a pesar de los altibajos se han mantenido abiertas sus puertas, ofreciendo talleres de formación actoral, conversatorios y presentaciones. En este último mes del año 2025, a partir del 3 y hasta el 7 de diciembre, se llevó a cabo el ciclo de lecturas dramatizadas de varias obras teatrales en honor a la actriz de larga trayectoria Luisa Mota. Bien merece el apoyo de instituciones públicas y de empresas privadas para que esta sala goce de larga vida.

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