1.8.25

Maracaibo: Otra nota sobre "Oscuro, de noche". Por Marvin Pirela

Otra nota sobre Oscuro, de noche 


Desde el drama del distanciamiento, pasando por La marquesa de Larkspur Lotion, transitando por Animales Feroces, de Chocrón, y ahora, Oscuro, de noche, Leonardo Isea insiste con propuestas cargadas de atmósfera trágicas, de urbes citadinas lúgubres y amordazadas por la fragilidad de hombres con sus miserias humanas, con sus para bienes de alegría y entusiasmo como por sus lamentos y dolores. Allí, Leonardo se ha atrincherado en sus propuestas escénicas.


La obra, Oscuro, de Noche, de García Gámez, en su temática no es novedosa, observándola en frío y centrada en el desasosiego de la urbe caraqueña, pero que podría ser cualquier urbe latinoamericana. Sin embargo, es importante acreditarle a García Gámez, la introducción de las inter subjetividades, enfoque y episteme que se centra en perfecciones e imperfecciones, de caprichos, anhelos, halagos, dudas, certezas e incertidumbres del ser humano, dónde cada uno, desde lo cualitativo, proponen y recrean cada uno una visión de ver la vida. Imaginar a ocho transeúntes describiendo cada uno desde su verdad un accidente de tránsito visto por los ocho u once personajes. Puras perspectivas e inferencias, donde la única verdad, fue que hubo un accidente de tránsito. Algo se atina a vislumbrar en el joven enamorado de una chica como por el afán de tener la moto como un bien material y de disfrute que lo conduce a perder la vida de forma violenta y, entre un grupo de personajes que describen inter subjetivamente el cómo fue, sin dejar de tener certezas y ambigüedades. Aquí se impone la Inter subjetividad como una forma de interpretar la tragedia y la vida. No es una visión, son muchas, delimitadas por ámbitos de acción y totalmente válidas.


Las actuaciones, a pesar de ser la primera función no se vieron forzadas ni rebuscadas. Por el contrario, prevalece la verosimilitud y personajes con prístina transparencia. Alexis Blanco, Tomás, un legítimo prostático y chismoso exagerado. Breves entradas de este personaje que susurra el recuerdo de cualquier vecino de esa extirpe. Diana Labrador, madre y abuela orgullosamente abnegada y crédula. Néstor Parra, Cristóbal, padre de Kenny. Este padre se presentó orgulloso de su hijo, con ligeras inquietudes del futuro de su hijo con una moto. Extraordinario y sudado esfuerzo hasta el final casi melodramático. Roxana Portillo, Zenobia, madrastra de Kenny, angustia, incertidumbre y complicidad tácita. Maribel Granadillo, destreza entre la complicidad, angustia y cobardía. Ángel Eyzaga, Kenny, el infeliz osado joven que apuesta por la moto, al estar con los panas de igual a igual, a retar el peligro y, la inevitable muerte. Estefany Salas, La Maga, novia contemporánea en gustos, retos, acompañando un triste final. La sorpresiva, creíble y necesaria aparición de José Luís Davalillo como periodista. Ángel Marín, garante de hilo conductor, por momentos visible, por momentos invisible. Motor necesario como hilador de la trama. La sorpresiva y cálida aparición de Rafael Contreras como el funcionario forense y funerario le dio un toque humano. Y Leonardo Isea como Cuatriboleao y en la dirección general. Extirpe de malandro valiente, hablador de más y cobarde de los cerros de Caracas.


La obra en general se me presenta como escenas y cuadros cinematográficos. Pero los lazos del cine se diluyen entre el reiterado discurso del payaso, la reiteración de palabras y momentos de algunos personajes, el aplastante y excesivo uso del black out como tránsito. La obra bien puede quedar así o revisar la puesta en escena. También es menester hacer un pequeño esfuerzo en invertir más en utilería y escenografía. La urna no es nada creíble. Puesta bien arreglada y organizada. Comparto estas observaciones críticas en la distancia.

Marvin Pirela. Julio 2025

Maracay: La casa de los espíritus, sin espíritus en radio teatro. Por Bartolomé Cavallo

 La casa de los espíritus, sin espíritus

 


Oí el miércoles 30 de julio de 2025 la narración de la novela de Isabel Allende La casa de los espíritus, con la agrupación Teatrophia Equipo Teatral, a través de la emisora Energía 99.9 FM, en la continuación del Festival Radial Artístico, para literatura latinoamericana.

En esta ocasión, se expuso una de las novelas más difundidas de los últimos cuarenta años, que muchos la catalogan como del realismo mágico. Es la historia de la familia Trueba contada por cuatro generaciones, en Chile, aunque la autora nunca lo menciona, pero es evidente el ascenso al poder de Salvador Allende –tío de Isabel-, el golpe de estado y la brutal dictadura. Escrita a través de una infinidad de cartas que se tuteaba la autora con su familia, ella desde Caracas y ellos en Argentina, en el exilio.

Una linda muchacha llamada Rosa se compromete con Esteban Trueba, pero este debe viajar a unas minas abandonadas por su padre para poder conseguir oro y así honrar el matrimonio. Rosa muere y Esteban se casa con la hermana de la difunta, Clara, quien posee poderes sobrenaturales. Tienen tres hijos, incluyendo a Blanca, quien termina haciendo vida marital con Pedro Tercero, un campesino, quien vive en la casa de campo de los Trueba. Después viene la lucha política, la victoria de Allende y el derrocamiento e instauración de un sistema autoritario y la persecución de Blanca nieta del jefe familiar.

Isabel Allende huye a Caracas, trabaja en diferentes oficios y en las noches después de que hace los trabajos propios de la casa, da de cenar a su familia, dos hijos y su esposo, a las nueve de la noche se ponía a escribir, releyendo las cartas que guardaba. Así logró amalgamar una serie de historias que se van entretejiendo en lo que terminó como una novela.

En esta ocasión, Teatrophia, coordinado por Daniel Vásquez, lograron sintetizar en una escasa hora las vivencias más importantes, según ellos, de una novela de más de 300 páginas. De entrada, es un magnífico trabajo, impecable en la producción y con un elenco de primer orden, a sabiendas de que muchos son apenas adolescentes. Lograron captar la atención con buen ritmo, clara dicción y excelente tesitura entre todos. Bravo por este grupo.

La adaptación es de Daniel Vásquez, con dirección de Germán Brito. Actuaron Valeria Mundarain como niña Clara, después como Clara joven y también como Blanca. Juan Diego Padrón como niño Marcos, niño Esteban García y como niña Alba. Daniel Vásquez como Cura 1, Esteban Trueba, Cura 2, locutor y presidente. Roymer Bompart como Severo, Dr. Cuevas, conde Satigny, Pedro Segundo, Pedo tercero, Esbirro, Esteban García y Miguel. Matissel Cabral como Nivea, Rosa, Clara adulta, Férula y Alba. Musicalizó Roymer Bomplart. Operador de sonido Winder Navas. Efectos como actor de sonidos René castillo.

Hay que destacar el esfuerzo de esta agrupación y el agradecimiento de la emisora Energía 99.9 FM por interesarse en la difusión del teatro radial, lo que posibilitaría a una nueva faceta para las diferentes agrupaciones que están en la región y así subir los niveles de participación de los nuevos públicos.

Gracias a Teatrophia y a su elenco.

Bartolomé Cavallo. Alumno de Ramón Lameda.

Maracay: El amor en los tiempos del cólera en radio teatro. Por Bartolomé Cavallo

 El amor en los tiempos del cólera, una inmensa colección de cuadernos


“Antes estaba muy joven para el amor y ahora estoy muy vieja”. Con esta frase Fermina Daza sentencia que el amor no tiene edad: cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días, esperando. Oí el jueves 31 de julio de 2025 la novela El amor en los tiempos del cólera del colombiano Gabriel García Márquez, radiada por el equipo La Charlie Academy, en la II edición del Festival Radial Artístico, a través de la emisora Energía 99.9 FM. (Este festival se transmite a las 6 de la tarde).

Con la adaptación y dirección de Armando del Miele. Actuaron Sabrina Díaz como Fermina Daza; Ángel Fernández como Florencio Ariza; David Solórzano como Juvenal Urbino; Tahí Sarría como Tránsito Ariza y Pio Hernández como Lorenzo Daza. También el equipo técnico y de producción.

Publicada en 1985, es una historia de amor que se prolonga por más de medio siglo; donde el Gabo homenajea al amor, a la aventura y a la tragedia. El doctor Juvenal Urbino, tratando de agarrar a su loro, se cae y muere. Deja viuda a su esposa Fermina Daza. En el mismo funeral Fermina ve a Florentino Ariza, su amor del pasado que ahora revive cincuenta años después, cuando ella era una adolescente. En este contexto, el amor y la muerte se balancean, se tocan y se distraen.

Me pareció una buena propuesta, posiblemente alargada de narración, pero con actores y actrices de muy alta calidad, con buena dicción, con mejor matizaje y un acompañamiento técnico –en vivo, porque ese es uno de los requisitos para participar–, y una producción impecable. Se sintió la desesperanza y los clamores de los personajes; claro, es complicado hacer síntesis de una hora para una novela que debería contarse en muchos capítulos, pero Armando logró atinar en la escogencia de los mejores pasajes de García Márquez.

Vuelvo a insistir en la importancia de estas actividades, por cuanto está abriendo una posibilidad para que actores y actrices, así como los técnicos experimenten una nueva faceta para el teatro aragüeño.

Felicito a este equipo y auguro grandes éxitos.

Bartolomé Cavallo. Alumno de Ramón Lameda.

Maneras de mirar

Maneras de mirar

Miradas al escenario nace como resultado  del taller de Crítica Teatral organizado por la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela durante e...