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4.11.25

¡Cómeme, por favor!, por Armando Ariza

 ¡Cómeme, por favor!  

Es mi regreso a la escena en Bogotá

por Armando Ariza

info.bogotarte@gmail.com 

Especial para Miradas al Escenario

 

Obra: ¡Cómemepor favor!  Dir. Armando Ariza. Foto cortesía de Bogotarte © 2025

Hace seis meses atrás, llegué a un bar en Chapinero buscando a un ex empleado, acompañado de mi esposa Gabriela, sin imaginar con lo que me encontraría. Entre el ruido de la ciudad y el ambiente cotidiano del lugar, me topé con Carlos Rojas. Conozco a Carlos desde hace muchos años, y para ser sincero, pensé que seguía en República Dominicana.

Ese encuentro casual me recordó lo afortunado que soy: siempre me consigo compañeros del gremio artístico, en especial actores y personas de teatro, en los lugares menos esperados. Intercambiamos teléfonos ese día y allí empezó todo. Con el tiempo, nuestras conversaciones derivaron en la idea de fundar una empresa creativa y una corporación, juntos, así nació: Bogotarte y La Fábrica Escénica. Pasado el tiempo, Carlos me compartió un monólogo titulado: ¡Cómeme, por favor! Lo leí y me conecté de inmediato.

Apenas cuatro lecturas bastaron para comprender su universo: un hombre agotado, atrapado entre lo terrenal y lo divino, cuestionando la vida con un hedonismo reflexivo que me hizo recordar mis propias preguntas de juventud: “¿Qué más hay ahora que estoy vivo? Trabajar, vivir… pero, ¿qué más?”

Le propuse dirigir su texto y convertirlo en una obra para dos actores. Ya no era un monólogo. También decidimos eliminar el desnudo: mi intención era desnudar la vida y los conflictos de los personajes, no sus cuerpos. Días después, recibí la escritura escénica adaptada y fue un momento gratificante: el universo del autor seguía intacto, ahora ampliado y más potente.

Recuerdo con claridad nuestra primera lectura en una panadería cercana a la clínica Palermo. Entre postres y café, fui leyendo y explicando los diálogos, las motivaciones y lo que buscaba transmitir con cada personaje. Carlos no estaba muy dispuesto a escuchar al principio, pero al terminar de leer, sus ojos se llenaron de emoción. Intentó contenerse, y su mirada me confirmó que estábamos en el camino correcto.

 

Obra: ¡Cómemepor favor!  Dir. Armando Ariza. Foto cortesía Ingrid Hincapié @ongridpixels © 2025

La puesta en escena fue un desafío y un nuevo aprendizaje. Quería que el público fuera parte del sufrimiento de la obra, que experimentara cada pregunta, cada duda y cada contradicción del conflicto interno de la obra. El espacio de Sin Visa Café Cultural se convirtió en un aliado: sus luces, su disposición y su atmósfera ayudaron a que cada escena cobrara el sentido que buscaba.

A pesar de contar con un presupuesto limitado, logramos una puesta realista y potente. Llevamos la cocina convencional a la escena: trocear y cocinar carne de verdad, usar sangre falsa como efecto especial y organizar cada elemento como un dispositivo escénico funcional que potenciara la narrativa. Cada gesto, cada sonido y cada detalle reforzaba la experiencia y ayudaba a que la obra se sintiera más auténtica y viva.

 

Obra: ¡Cómemepor favor!  Dir. Armando Ariza. Foto cortesía Ingrid Hincapié @ongridpixels © 2025

Encontrar a los actores adecuados fue otro reto: horarios, disponibilidad y compromisos eran constantes obstáculos. Finalmente, conseguimos dos personas con gran calidad humana (Juliana Cortés y Carlos Prieto), y con ellos cada ensayo se convirtió en un viaje de descubrimientos. Sólo tuvimos doce ensayos en total, incluyendo los generales, pero cada uno estuvo lleno de lecturas, explicación y experimentación. Pude mantener mi enfoque y autoría como director y actuar como coach actoral, asegurando que cada gesto y frase transmitiera la intención buscada.

El estreno coincidió con Halloween, en el mes de octubre, fecha que encajaba naturalmente con la intensidad de la obra. Sin embargo, más allá del contexto, la fuerza de ¡Cómeme, por favor! reside en su capacidad de invitar a la reflexión y a la conciencia social. Cada sonido, cada luz, cada movimiento corporal fue pensado para que el público viviera la obra de manera completa.

Este regreso al teatro no fue sólo volver a dirigir; fue volver a conectarme con la pasión de contar historias, de transformar palabras en experiencias y de ofrecer al público una puesta en escena que, más allá del entretenimiento, dejará preguntas y reflexiones.

Me siento verdaderamente afortunado de poder vivir estos momentos y de encontrarme siempre con compañeros del gremio artístico en los lugares menos esperados, recordándome que el teatro y la creatividad siempre encuentran su camino.

Más allá de todo esto, le agradezco a Carlos Rojas por brindarme la oportunidad de representar su texto, que considero brutal, buenísimo y único. Esta experiencia me permitió conocer más a mi amigo, a mi socio y también poder compartir sufrimientos juntos, un vínculo que sólo el teatro puede crear.

¡Gracias!

 

Armando Ariza

Director de Bogotarte y de la obra ¡Cómeme, por favor!

Bogotá, octubre del 2025.

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