Un día de Julio en un domingo de noviembre
Por Ligia Álvarez
El domingo 2 de noviembre tuve la
oportunidad de asistir al Teatro San Martín de Caracas. Fue una visita que me
generó una gran complacencia al constatar la recuperación de este emblemático
espacio, tras un período de inactividad. El recinto vuelve a ser una valiosa
opción cultural para el caraqueño del oeste, permitiéndole disfrutar del buen
teatro.
La obra presentada fue Un día de
julio o ¡quién fuera Verne!, escrita y dirigida por José Luis León, e
interpretada por los jóvenes del Taller Juvenil de la Compañía Nacional de
Teatro (CNT). Esta pieza, estrenada a principios del siglo XXI, ha sido
revivida en 2025 para ofrecer una sana y necesaria distracción. Además, el
espacio escénico, sugerido en una biblioteca, incentiva la lectura, al evocar
el viaje imaginativo inherente a este hábito.
Escribir una obra para adolescentes, y que el público adulto también disfrute, es un desafío, pues requiere emprender un proyecto que ofrezca enseñanza y que al mismo tiempo resulte entretenido y placentero.
Esta propuesta toca temas cruciales,
como la búsqueda de la verdad, inspirándose en la obra maestra de Julio Verne: Viaje
al centro de la tierra.
En una era en la que lo digital, el
internet y el streaming poseen gran relevancia, posicionar en la
palestra a un discurso sobre bibliotecas constituye un gigantesco reto. La
pérdida de una llave desencadena el conflicto y lleva a los jóvenes personajes
a embarcarse en una travesía fantástica. Su búsqueda simboliza el viaje para
alcanzar la sabiduría y la solidaridad. Solo lograrán su cometido si el trabajo
es en equipo.
El elenco, conformado totalmente por adolescentes, fue seleccionado recientemente, por lo que se contó con un breve período de ensayo. Sin embargo, pese a la limitación temporal, el reto fue superado. Este logro se debe, en gran medida, a la paciencia, las enseñanzas y la experiencia de su director/autor y del resto del personal técnico y artístico de la CNT.
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