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23.11.25

Coriolano: Una Estética de la Cultura Punk en el Teatro Venezolano, por Eduardo J. Bravo G.

 Coriolano
Una Estética de la Cultura Punk en el Teatro Venezolano


Por Eduardo J. Bravo G.

La fusión entre lo clásico y lo contemporáneo siempre ha generado un interesante debate en el mundo del arte, y la reciente adaptación de Coriolano por el grupo de teatro La Penumbra es un claro ejemplo de este fenómeno. Presentada en el Festival de Teatro Venezolano 2025, los días 20 y 21 de noviembre en la Sala de Concierto de la UCV, esta obra dirigida por Andreina Polidor se erige como una poderosa reinterpretación de la tragedia de Shakespeare, imbuida con la esencia cruda y auténtica de la cultura punk. En este artículo exploraremos la propuesta estética, la narrativa innovadora, los elementos audiovisuales cautivadores y la atemporalidad de los temas tratados en la obra.

Una propuesta estética “Punk”: estilo y visión de la posmodernidad.

Una estética "Punk": la propuesta visual y de vestuario se inspira en la cultura punk de los años 80, lo que aporta una crudeza y un enfoque contemporáneo a la historia clásica, pero también presenta unas pinceladas hacia el trasnhumanismo dentro del lenguaje teatral.

Narrativa fragmentada y lenguaje físico: a medida que avanza la trama, la narrativa se vuelve más fragmentada y los textos se reducen, dando paso a un lenguaje corporal y físico intenso. Este enfoque oscuro y visceral permite que el protagonista (Coriolano) incluso "le reproche al autor su propia naturaleza".

Elementos audiovisuales Innovadores: la puesta en escena incorpora un uso innovador de llamadas telefónicas para narrar momentos claves de la tragedia, como el destierro y la venganza de Coriolano.  El diseño de sonido son elementos cruciales que contribuyen a la atmósfera moderna y dinámica de la obra.

El primer aspecto que nos llama la atención en la adaptación de Polidor es su audaz propuesta estética. Este enfoque no solo revitaliza la obra clásica, sino que también le otorga una crudeza que resonará con las audiencias contemporáneas. Los vestuarios, caracterizados por su vibrante desgarro y colores intensos, transportan al espectador a un mundo donde la ambición y la guerra son protagonistas. Esta estética punk también se entrelaza con elementos de transhumanismo, sugiriendo que, a pesar de la naturaleza humana en conflicto, siempre hay un anhelo por trascender nuestras limitaciones y la propuesta de unos personajes que en el primer momento son robot que trastocan el sin sentido del trashumanismo, para luego volver a su hecho humano, bajo esquemas estéticos de la puesta.

Es una narrativa de los fragmentos y lenguaje físico, con un viaje intenso. A medida que la trama avanza, la narrativa se vuelve más fragmentada, llevando al público a experimentar la historia de una manera visceral y tangible. Convoca en este aspecto un teatro fractal, donde va a utilizar la metáfora de los fractales para la estructura en una compañía colectiva. Aunque su término figura, en los hechos de la figura de los elementos, no así se nota en escena, sino mediante una estructura donde se repiten las diferentes escalas, donde es aplicable en esta dramaturgia versionada, donde explora la auto similitud en los personajes, con situaciones y temas de una obra, en este caso Coriolano de William Shakespeare. En ella los patrones se repiten en diferentes niveles de la historia o del comportamiento humano. En ella se presentan diferentes disciplinas, que muestra una forma del teatro fractal, desde el mismo momento de la fragmentación de la narrativa hasta la convergencia de diversas manifestaciones artísticas, como la plástica que la muestra la obra, la música en tiempos recurrentes, la misma danza, o trabajo físico del actor, que promueve una danza que unifica una coreografía de lucha. La misma poesía, donde la dramaturgia nos presenta un fragmento de todo arte y a la vez contiene todo. En este sentido, la obra nos muestra un espacio fractal, entre lo atemporal y la misma narrativa de la historia, donde el escritor no decide el final, sino que este es negociado por el héroe, que no desea que el hecho trágico sea tal como fue escrito.

El uso de un lenguaje corporal intenso predomina sobre el texto, permitiendo que el protagonista, Coriolano, confronta no solo a sus enemigos, sino también a su propio creador: Shakespeare. Este enfoque oscuro y emocional invita a los espectadores a reflexionar sobre el peso de la ambición y los efectos destructivos del poder. La representación de estos conflictos internos se convierte en un viaje teatral fascinante, que mantiene en vilo a los asistentes.

Un componente clave en la puesta en escena de Coriolano es la integración de elementos que dan giros a la escena para un mayor sistema de los movimientos con su trabajo físico. Esto aporta un aire moderno a la narrativa utilizando llamadas telefónicas para narrar momentos cruciales de la tragedia. Estas técnicas innovadoras no solo enriquecen la experiencia escénica, sino que también conectan emocionalmente al público con la historia, enfatizando el destierro y la venganza de Coriolano. La música, el sonido y la proyección visual crean una atmósfera dinámica y envolvente que resuena con las realidades sociopolíticas actuales.

Con esta temática atemporal, la dirección de Polidor busca una dramaturgia reflexiva que genere discusión sobre temas como el poder, el hambre, la política, los odios y la familia demostrando que la obra, escrita entre 1605 y 1608, sigue siendo relevante.  Los conflictos humanos que explora siguen siendo notables en nuestra sociedad actual. Las actuaciones del elenco, que incluye a actores talentosos como José Alberto Briceño, Bethania Yánez, Douglas Suniaga, Rossybell González y María Laura Sánchez, es descrito como capaz de dar vida a una historia "llena de verdades" con actuaciones intensas y comprometidas. 

Rompiendo esquemas que traspasan lo escénico, la versión de Coriolano presentada por La Penumbra es mucho más que una simple adaptación de un clásico; es un llamado a la reflexión y a la discusión en torno a las realidades sociopolíticas de nuestro tiempo. A través de su estética punk, su narrativa fragmentada, su uso innovador de recursos escénicos y sus temas atemporales. La obra logra establecer un puente entre el pasado y el presente. En definitiva, esta experiencia teatral poderosa y multifacética nos recuerda que el arte, en sus diferentes manifestaciones, siempre tendrá la capacidad de resonar con las luchas y aspiraciones de la humanidad.

En resumen, la versión de La Penumbra se aleja de una representación tradicional para ofrecer una experiencia teatral poderosa, multifacética y atrevida que utiliza recursos escénicos modernos para conectar la tragedia de Shakespeare con las realidades sociopolíticas contemporáneas. 

 

Caracas 21 de noviembre de 2025

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