Grupo de Teatro Mampara
El
Retador del Lago.
Autor
y Dirección: Ilya Izaguirre Jiménez
Intérpretes:
Ilya Izaguirre y actuación especial de Gustavo Colina e Israel Colina.
Homenaje
a Yazmina Jiménez por 55 años de labor teatral
Teatro
Baralt en la Sala Experimental.
El Retador del Lago: Declaración de
amor a Maracaibo con serenata incluida.
El jueves 3 de julio en la Sala Experimental del
Teatro Baralt de Maracaibo, fue la función de El Retador del Lago
escrita, dirigida e interpretada por Ilya Izaguirre con actuación especial de
Gustavo Colina e Israel Colina. En esta oportunidad en homenaje a la creadora
zuliana Yazmina Jiménez para celebrar 55 años de labor teatral. Fue un emotivo
encuentro donde convergen en la escena tres generaciones de creadores zulianos,
forjadores de haceres y saberes que se suman a la identidad local de este lar
maracaibero.
En sesenta minutos, el “Chino Jiménez” pasea al
espectador por historias del siglo XX de Maracaibo. No por la historia de los
libros, la historia cotidiana, la que construye el ser de un grupo o una
ciudad. “Mi papá amante del Lago, mi papá emprendedor, mi papá tierno y duro,
bueno y malo, enamorado de todas las mujeres” dice Yazmina de Víctor José, el
retador del Lago. Ese ser humano que se hace carne en la interpretación de su
nieto Ilya, y muestra las historias contadas por la familia y referidas en la
prensa de la época.
El Chino Jiménez, quien nadando de espalda atravesó el
lago de Maracaibo siete veces, llevando con él la bandera de Venezuela, que
nunca se mojó. Estas hazañas para honrar a sus amores, la Virgen y su lar. En El
Retador del Lago no cesan los acontecimientos que narran a Maracaibo y así
como quien no hace nada, está en escena toda la música de la ciudad en el tañir
de guitarra y cuatro de Gustavo Colina y la voz de Israel Colina. Momentos
mágicos que nos involucran.
Y sigue la fiesta, y son invocados los capitanes de
puerto que tocaron estas costas sembrando semillas que germinaron en rubios
niños y niñas, el ingeniero “más belga de los maracuchos y el más maracucho de
los belgas” León Jerome Hoet, constructor del nuevo teatro Baralt, del Mercado
Principal hoy Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, el Hospital de
Niños, el Aeropuerto Grano de Oro, entre otros. También estuvo en la escena, Régulo
Segundo Díaz conocido por todos como Kuruvinda, artista visual y cronista oral
de la ciudad, reconocido por su profundo vínculo con la cultura e historia de
la Sultana del Lago. David Belloso, fundador del diario Panorama, no
escapó a la convocatoria.
¿Y Udón? El Chinito Jiménez trae su palabra y los trovadores lo cantan y tocan
“...Mía, cuando ríes; mía, cuando oras…
Mía a todas horas, Maracaibo mía.
¡Cuna de mis padres y de mis abuelos,
Cuna de mi Ida, para siempre ida,
Cuna de mi prole y en donde mi vida
¡Se abrió como un cáliz al sol de tus cielos!
En ti han frutecido todos mis anhelos,
Tú has sido en mis luchas mi escudo y mi égida / Diste
a mis victorias láurea florecida
y a mis desventuras ceñiste asfódelos…”
(“Maracaibo Mía”. Udón Pérez)
Mención especial, el acompañamiento musical de Gustavo
Colina e Israel Colina. Muestran las Peñas Gardelianas de Maracaibo, el
mismísimo Gardel en el hotel Granada, serenateros y gaiteros rindiendo homenaje
y celebrando a su sagrada amada la Virgen del Rosario de Chiquinquirá “La
Chinita”.
Intérpretes y espectadores estamos en una casa de la
Calle Derecha oyendo al Chino Jiménez. Nombrando e invocando identidades a
través de las cuales percibimos este mundo tan nuestro que modela las
interpretaciones y cimientos sobre los cuales están construidas las narrativas
individuales y colectivas que nos dan arraigo y sentido de pertenencia.
Compartimos símbolos, rituales y valores sintiéndonos parte de algo más grande
que da fortaleza, cohesión social y fomenta la solidaridad.
Todos somos Víctor José “Chino” Jiménez, el retador
del Lago, nutriendo estas raíces creativas y encontrando en lo local fuente
inagotable de inspiración.
Yazmina Jiménez
55 Años de labor Teatrales de Yazmina Jiménez.
La celebración de los 55 años de labor teatral de
Yazmina Jiménez es un justo reconocimiento a una de las creadoras más
importantes del movimiento cultural y teatral nacional y zuliano. Nacida en
Maracaibo, es una artista escénica integral que se ha formado como docente,
directora de teatro, dramaturga, promotora y productora. Su prolífica vida en
el ámbito cultural es admirable.
Egresada de la Escuela de Artes Escénicas de la
Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia (1968), su trayectoria la ha
enriquecido con conocimientos en gerencia y formación para las Artes Escénicas.
Esto le permitió realizar importantes aportes a la Escuela de Teatro Inés
Laredo, que dirigió durante 11 años (1984-1995).
Entre sus escritos más destacados se encuentran La
última estación, Las flores que no te di, Juicio a Medea, Antígona,
El emigrante, La noche de las ánimas y Fiesta en Soledad,
así como "Cuentos del Molinero y el Carpintero”.
Su legado incluye la fundación, junto a Maite Pascual,
del Grupo de Títeres La Petaca en la Urb. San Francisco (1972), y el Grupo
Tachón en el Colegio Universitario de Maracaibo (1970). En 1984, fundó el Grupo
de Teatro Mampara, que a sus 41 años de funcionamiento sigue activo.
Ha sido merecidamente condecorada con una Estrella en
el Paseo de las Estrellas del Teatro Baralt (13 de junio de 2024), y la
Fundación Teatro Baralt le otorgó la Orden Rafael María Baralt en su Única
Clase (25 de junio de 2008). También recibió la Orden Mérito al Trabajo en su
primera clase en dos ocasiones (12 de junio de 2006 y 1999, esta última por
solicitud de la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Estado Zulia). Su
trayectoria fue reconocida con el Premio Regional de Literatura Jesús Enrique Lossada
en la Mención Dramaturgia en el año 2000, otorgado por la Secretaría de Cultura
del Estado Zulia.
La maestra Yazmina Jiménez, a propósito de sus 55 años
de labor teatral, reflexiona sobre su hacer creador:
“Me parecen los 55 años como un paso, como una
estrella fugaz por mi país, por mi historia. Creo que lo he intentado con las
muchas o pocas posibilidades que hemos tenido. He creado, he construido. Me
formo todos los días, sigo aprendiendo. Cada vez sé que sé menos. El mundo va
tan deprisa que nuestra mente no logra alcanzar todos los sueños e ideales que
uno tiene. Pero, dentro de ese mundo está la esperanza, la verdad para
construir una sociedad mejor. Creo que ha valido la pena construir con mis compañeros
del teatro una familia para protegerla y seguir creando y si vuelvo a nacer,
vuelvo a elegir ser una mujer de teatro. A veces, digo como una ironía, cómo me
gustaría haber nacido en Inglaterra… Pero no, Inglaterra no le toca ni por los
pies a mi Maracaibo, ella que es un escenario y una creación permanente. Esto
no es nada de hierro, nada de concreto, aunque haya concreto. Esto es el Lago.
En este Lago pasa todo. Aún ahora, pasa todo. Lo que pasa es que no queremos
mirar. Hemos mirado para donde no debimos.”
Nelly Oliver
05/07/2025
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