15.7.25

LIBROS: Teatro del desencanto, de Aníbal Grunn. PGG

 

Publicado por la Editorial El perro y la rana, en la FILVEN 2025 se presentó el pasado martes 8 de julio Teatro del desencanto, libro con cuatro textos de Aníbal Grunn: Esas cosas del corazón, Zamora F.C., Mi hermanito Gerónimo y Lo tuvimos todo.

El nombre de Aníbal Grunn es familiar en el ambiente teatral venezolano en donde ha trabajado durante más de cinco décadas en diversas disciplinas escénicas siendo la actuación su faceta más conocida.  Ha recibido diversos reconocimientos por su labor entre los que destaca el Premio Nacional de Teatro 2019-2020.

En Teatro del Desencanto, el autor ofrece miradas que interpretan la realidad.  El título se refiere a que casi todos los protagonistas, por diversas razones, han creído vivir en una realidad (encanto) y, en el transcurso de la obra, cobran conciencia de las dimensiones de diversos aspectos de su mundo.  Los protagonistas continúan en esa realidad, pero conscientes de las circunstancias. 

En Esas cosas del corazón, Pastora y Natividad viven en las afueras de un pueblo o ciudad ubicada en los llanos.  La pareja ha llevado una vida de carencias hasta en sus necesidades básicas.  Por alguna conexión con el poder, Natividad es nombrado jefe civil; decide realizar ajustes a su forma de vida sin tomar a Pastora en cuenta.  Rasgo distintivo del texto es cómo estos personajes del margen definen el centro señalando costumbres y concepciones familiares a algunos espectadores.  Por otro lado, Grunn explora las relaciones entre el patriarcado y el matriarcado local: Pastora es el elemento activo de la relación, la que consigue los reales, la que construye y mantiene el rancho en orden.  Es autosuficiente, pero no lo percibe así porque necesita al “hombre que la represente”, criterio que aún subsiste en ciertos lugares.  Otro elemento característico es la recreación de un idiolecto marginal del llano.

La propuesta de Zamora F.C. acerca a jóvenes y adolescentes a una parte de la historia venezolana que hasta hace unas décadas no se difundía con la importancia que merece.  Andrés desconoce quién fue Ezequiel Zamora lo que le lleva a indagar su rol en hechos que perfilan la identidad del país.  En este proceso de conocimiento, el muchacho es asistido por su novia Karina, pretendida también por José Luis.  A la vida de Andrés se superponen hechos de la biografía de Ezequiel Zamora lo que crea una estructura particular: Zamora y Andrés, luego de ganar en sus respectivas luchas son traicionados, metáfora del desencanto. 

En Mi hermanito Gerónimo, el día del cumpleaños de Roberto éste recibe la visita de su amigo José Luis y su perro Gerónimo.  José Luis, de profesión enfermero, es figura paterna para Roberto a quien ha ayudado en diferentes momentos y circunstancias.  En el encuentro, aderezado con cerveza y ron, los amigos conversan sobre el pasado; el espectador nota que son discusiones que los personajes tienen cada vez que se ven.  La diferencia es que esta vez los datos se unen en un solo discurso y Roberto confirma lo que José Luis le ha dicho en el pasado y que él había desestimado.  El desencanto es con él mismo quien prefirió no darse cuenta.

Lo tuvimos todo es la cuarta y última pieza del libro.  En ella, dos parejas se reúnen en vísperas del viaje de Nicolás, compañero sentimental de Enrique desde hace décadas.  Los personajes de la cena tratan de ser optimistas, pero el desencanto está presente debido a la separación.  La pieza es escrita en 2019, en pleno de una crisis nunca vista debido al aislamiento económico al que es sometido el país.  Las dos posibilidades que flotan en ese momento es irse o quedarse.  Nicolás, entre otros motivos para emigrar, afirma: “Este no es más mi país.  El sitio donde quiero vivir, desarrollarme.  Ese país se acabó, Patricia, ya no existe (p. 148)”.

Es importante para la memoria el registro dramatúrgico de tal actitud.  Apenas, seis años después, lo que flota en la opinión pública es el sentimiento antiinmigrante y la xenofobia selectiva auspiciados por otros gobiernos al punto de tener en cautiverio a 252 venezolanos en una cárcel para terroristas en El Salvador; venezolanos que salieron a buscar mejores oportunidades.

Por ello, estas piezas llaman a reflexión al espectador sobre temas relevantes como el machismo, la historia, la memoria, el sentido de pertenencia y la identidad. 

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