5.7.25

Una mujer sola. Maracay, 05-07-25. Por Bartolomé Cavallo.

 


Una mujer sola, bastante sola

Asistí el sábado 5 de julio de 2025 al local de la agrupación Makandal para ver el ejercicio teatral Una mujer sola, del dramaturgo y premio Nobel Darío Fo (1926-2016) del programa de formación actoral de la Escuela de Arte Dramático del estado Aragua, protagonizado por la estudiante de tercer año Antonella Méndez, bajo el asesoramiento de la profesora Yarmila Guaramato.

Un drama familiar, pero que intenta que sea una reflexión para el común de las mujeres, sobre todo las venezolanas y más específicamente las de esta ciudad; donde una mujer es neo esclavizada a vivir encerrada en su casa por su marido, quien le mete candado a la puerta mientras él está en el trabajo. Ella debe hacer todas las labores del hogar, planchar, barrer, cuidar a los hijos y oír música como única forma de adaptarse y entender ¿? esta situación. Se comunica por una ventana con una supuesta vecina para entablar el diálogo que le permita contarle y contarnos su dramática vida.

Aquí es necesario aclarar que la EAD fue azotada por la lluvia hace unos días, inundándose y los ejercicios de fin de año escolar que fueron ensayados en sus espacios naturales tuvieron que ser reemplazados a última hora por los espacios de la Escuela Makandal, donde los futuros actores y actrices hicieron el mayor de los esfuerzos para adaptarse a los imponderables del arte escénico. Otros ejercicios se mudaron para el Teatro Estable.

En este sentido, lo que debería ser un escenario a la italiana, se transformó en una sala de visita de Makandal con sillas, bancos, un televisor y una cantina donde se vende chucherías. No obstante, Antonella, quien primero se graduó de ingeniera para ahora graduarse de actriz, demostró una versatilidad bien cristalina para la comedia, a pesar de que estaba representando una situación muy calamitosa. Pero el personaje se queda en lo externo, aunque esto es una falencia de la dirección, cuando no procuró plantearse los pensamientos introspectivos, propios de un encierro, para hacer lucir a la actriz. Que me parece una exquisita intérprete, con una dulce voz y presta a resolver los inconvenientes de un espacio no diseñado para la representación teatral. Estoy seguro que esta joven se convertirá en una gran actriz dentro de poco.

Un ex reo me contó que estando en la cárcel el único pensamiento es fugarse, lo que los lleva a ver cada rincón de la prisión todos los días, verificar si está un barrote flojo, si un candado está sin cerrar y así todos los días desde la mañana hasta la noche. Por lo tanto, este sentimiento de fuga no se observó en la esclavizada. Sus anécdotas terminan casi en la parodia y uno termina también sonriendo de las (des)aventuras. Una vez traté de explicarle a Antonella lo de actuar externamente, pero fallé como profesor de actuación.

También observé muy pocos asistentes, de allí la mujer sola.

Bartolomé Cavallo. Alumno de Ramón Lameda.

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